Principios básicos de la educación financiera
Conozca sus ingresos y gastos
La base de la educación financiera comienza con una comprensión clara de cuánto dinero entra y cuánto sale. Empieza por calcular tus ingresos netos, no tu salario bruto. Los ingresos netos son los que te quedan después de pagar impuestos, cotizaciones sociales y otras deducciones. Si tienes varias fuentes de ingresos (trabajo por cuenta propia, ingresos por alquiler, trabajos secundarios), asegúrate de incluirlos todos.
Muchas personas subestiman cuánto gastan. Por eso es fundamental llevar un control. Divida sus gastos en dos categorías principales:
- Gastos fijos (por ejemplo, alquiler, seguro, Internet, pagos de préstamos)
- Gastos variables (por ejemplo, comestibles, transporte, salir a comer, suscripciones)
¿Por qué es importante?
Conocer tus ingresos y gastos te permite tener el control. Te ayuda a decidir qué es esencial, qué se puede reducir y cuánto puedes ahorrar o invertir de forma realista.
Crea un presupuesto y cúmplelo
Un buen presupuesto te ayuda a decidir cómo distribuir tu dinero. Un método habitual es la regla del 50/30/20:
- 50 % para necesidades (vivienda, facturas, comestibles)
- 30 % para deseos (entretenimiento, salir a cenar)
- 20 % para ahorros o pago de deudas
La elaboración de presupuestos ayuda a evitar el gasto excesivo y crea conciencia sobre los patrones de gasto.
Fondo de emergencia
Las emergencias son impredecibles, pero inevitables. Sin un colchón financiero, las personas suelen recurrir a tarjetas de crédito con altos intereses o préstamos de día de pago, soluciones que pueden convertirse rápidamente en deudas a largo plazo. Un fondo de emergencia evita esto al brindarle acceso a efectivo cuando más lo necesita, sin condiciones.
La regla general es aspirar a tener entre tres y seis meses de gastos básicos. Esto incluye el alquiler o la hipoteca, los servicios públicos, la comida, el transporte y los seguros necesarios.
- Tres meses pueden ser suficientes si tienes un trabajo estable y pocas personas a tu cargo.
- Si tus ingresos son variables o tienes hijos, intenta ahorrar para unos seis meses.
Un fondo de emergencia debe ser fácilmente accesible, pero no debe mezclarse con el dinero destinado a los gastos cotidianos.
- Utiliza una cuenta de ahorros independiente con acceso inmediato.
- Evita invertir este dinero, ya que no querrás tenerlo inmovilizado o en riesgo cuando lo necesites con urgencia.
Algunas personas utilizan cuentas de ahorro de alto rendimiento para obtener intereses mientras el dinero permanece seguro.
