El número de multimillonarios en España se ha duplicado durante los años de crisis.

El número de ciudadanos españoles, cuya fortuna se estima en más de 30 millones de euros, se ha duplicado en comparación con el período anterior al de crisis.

Según el Ministerio de Finanzas, en 2017, los importes superiores a la cifra mencionada arriba fueron declarados por 549 contribuyentes, mientras que en 2011 esta cifra fue 55% inferior. En comparación con 2007, el número de multimillonarios aumentó en 2,3 veces.

Además de ampliar la brecha entre ricos y pobres, las estadísticas de la agencia tributaria también reflejan las consecuencias de la amnistía fiscal y la introducción de un requisito para declarar la propiedad extranjera, por lo que las autoridades se enteraron de nuevos objetos de la propiedad. Así, 188.860 declaraciones presentadas después de la adopción de las regulaciones pertinentes incluyen activos inmobilizados, cuentas bancarias, acciones y otros activos por valor de más de 582 millones de euros. Más de la mitad de esta cifra cae en la cuota de Cataluña y Madrid (173.200 millones y 150.325 millones, respectivamente).

El impuesto predial fue abolido por el gobierno de José Luis Zapatero en 2008, pero tres años después, a la luz del enorme déficit presupuestario, el Primer Ministro revisó su decisión. La recaudación de este impuesto se otorgó a las comunidades autónomas, y cada región fijó sus propios límites individuales. En los casos más extremos, por ejemplo, en Madrid, los ciudadanos ricos están exentos del pago de esta tasa, gracias a la cual sólo en 2015 se ahorraron casi 800 millones de euros. En la capital, cada uno de los 17.000 representantes de este grupo de población declaró un promedio de 8,8 millones de euros. A su vez, 40 000 ricos catalanes tienen activos por valor de unos 2,4 millones de euros cada uno. Debido al impuesto antes mencionado en la región se recaudó 464 millones de euros.

Las tasas de impuesto sobre la renta para los ciudadanos más ricos en 2017 ascendieron a un promedio de 27,2%, mientras que un año antes esta cifra llegó al 31,8%. En Cataluña, pagan un 28,2%, y en Madrid - 29,6%.